El colegio Trigales del Maipo está ubicado en el sector de Bajos de Mena en la comuna de Puente Alto. Hasta allá llega todos los días Sofía Larraín para entregar sus conocimientos como profesora a las alumnas de la básica.
A pesar de que su primer año de experiencia le tocó vivir la dura realidad de la pandemia, Sofía se siente contenta de poder entregar sus talentos y capacidades a niños que realmente lo necesitan: “Tengo la suerte de trabajar en un equipo de excelencia que ha confiado en mis capacidades, entregándome múltiples oportunidades para seguir aprendiendo y desarrollándome profesionalmente. En el colegio me han dado mucha flexibilidad y libertad para planificar y hacer mis clases, se han mostrado abiertos a escuchar nuevas ideas y me he sentido apoyada y valorada por mi equipo de trabajo”.
La vocación de servicio de Sofía surge desde su convicción de que “la desigualdad social y económica de Chile son aspectos que, para mí, tienen como principal solución el mejorar la calidad de la educación. Siempre he sido partidaria de que el conformismo y la mediocridad no llevan a ninguna parte y, si hay algo que me incomode o me parezca injusto, debo hacer algo al respecto. Esa es la principal razón que me llevó a estudiar pedagogía, ya que el impacto que podemos hacer desde esta profesión es enorme”.
En su trabajo en el colegio Trigales del Maipo se puede ver con creces el impacto que la educación provoca en los niños. Los padres y apoderados se muestran felices de pertenecer a esta comunidad educativa donde el sello que tienen es el trabajo con cariño y de acompañamiento a las familias en la formación de las alumnas.
El sector de Bajos de Mena es uno de los más vulnerables de la Región Metropolitana y eso es lo más valorado por las profesoras que tienen una vocación de servicio como Sofía: el hecho de poder hacer un aporte a niños que realmente lo necesitan.