A diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, donde Prekínder ha registrado una preocupante baja de matrículas, el colegio Almendral de Fundación Nocedal ha logrado completar siempre sus vacantes a lo largo de su historia. ¿Cuáles son las claves que le han permitido seguir atrayendo a las familias a pesar de los cambios en la sociedad?
Con fecha 11 abril 2025: Según el último informe de Caracterización de Educación Parvularia 2024, la matrícula de Prekínder a nivel nacional ha caído un 13% en los últimos 5 años.
Esta situación preocupa a la gran mayoría de los establecimientos educacionales del país que se han visto obligados, en muchos casos, a cerrar cursos.
Sin embargo, en el colegio Almendral de la Fundación Nocedal, ubicado en la población El Castillo de La Pintana, las matrículas nunca han bajado.
La directora del establecimiento, Alejandra Núñez, explica las claves del trabajo que realizan con el lema de que “La edad de oro son las pequeñas”.
En primer lugar, señala que tener PIE (Programa de Integración Escolar) es fundamental: “El PIE no es una opción, es una necesidad. Un colegio que tiene PIE les da más seguridad a los apoderados porque no sólo cuenta con dos profesionales por sala para atender a sus hijos, sino que dispone de 4 profesionales de apoyo (educadora diferencial, terapeuta ocupacional, psicóloga y fonoaudióloga).
“Hoy en día las familias no sienten el colegio como un lugar seguro, entonces el hecho de que haya más profesionales detrás, de que exista una red, les da tranquilidad a los padres”, asegura la directora.
Por otra parte, la forma de trabajar de Almendral y sus años de historia, lo avalan. “Los apoderados saben que en el colegio no se improvisa, que transmite valores y es un colegio ordenado, donde las reglas son claras y deben respetarse. Eso los papás lo agradecen”, explica Alejandra Núñez.
Otra de las claves es la permanente comunicación con las familias: la actividad de bienvenida a los papás nuevos, las reuniones de apoderados, las charlas de afectividad, etc. “Centrarse en que la edad de oro son las alumnas más pequeñas para lograr que los papás adhieran desde el comienzo a este proyecto educativo. ”, señala la directora.
Por último, Alejandra Núñez enfatiza que la permanente presencia de la directora del colegio, como un rostro visible, es fundamental: “La charla de afectividad que tiene como expositora a la directora del colegio, por ejemplo, hace que los apoderados la vean cercana, les da confianza en el colegio, se sienten más seguros. También es muy importante que la directora y las tres subdirectoras estén todas las mañanas recibiendo a las alumnas en la puerta del colegio. Eso es muy bien acogido por los apoderados, sobre todo de las más pequeñas. Yo me pongo en el lugar de las mamás y me da mucha seguridad ver la presencia de todo el Consejo de Dirección recibiendo a mi hija. Todos esos son mensajes que tú les estás dando a las familias de que este lugar es seguro ´para sus hijas ”, concluye Alejandra Núñez.