Con muchos desafíos comenzó el nuevo año escolar en los colegios de Fundación Nocedal.
Al primer día de clases y todo su ajetreo tradicional, se suman las nuevas complejidades que han surgido en estos tiempos post pandemia.
El retraso en el aprendizaje y las dificultades de la convivencia escolar son situaciones que afligen a muchos colegios en todo el país pero que en los colegios de Fundación Nocedal no han sido, gracias al esfuerzo de todos, problemas graves. Se han puesto los esfuerzos y se ha trabajado en estos temas.
La inasistencia, sin embargo, si fue un tema de preocupación en todos los colegios de la Fundación.
María Teresa Traboldt, encargada de educación de la Fundación, explica que “un niño que falta a clases es un niño que pierde mucho en cuanto al aprendizaje y a lo socioemocional. Los colegios de Nocedal habitualmente tenían sobre el 92% de asistencia a clases, sin embargo, la pandemia hizo que esto variara mucho y el año 2022 nuestros colegios no superaron el 87% de asistencia”.
María Teresa señala que en los niveles de educación parvularia la inasistencia fue aún más preocupante. En esos cursos la asistencia no superó el 79% el año pasado.
Este año el desafío es llegar o superar las cifras anteriores a la pandemia (92% a 95%) de tal forma de que ninguno de nuestros estudiantes se pierda en el aprendizaje. Sin asistencia no hay aprendizaje.
Este es un desafío que compromete a todos, profesores, directivos, asistentes de la educación, a todo el colegio, en un trabajo planificado y sistemático.
“No queremos que ningún alumno se nos pierda, la inasistencia a clases reiterada es una posible deserción escolar y eso nos duele mucho, por eso tenemos que estar atentos y monitorear la asistencia de nuestros estudiantes”, concluye María Teresa Traboldt.