¿Puede la peor experiencia de la vida entregarnos algo que nos dé también nuestra mayor felicidad? Es esta pregunta la que ronda mi cabeza cuando leo las páginas de El Tatuador de Auschwitz.
Ubicada en la época de la Alemania Nazi y lo que ocurría en silencio en los campos de concentración, esta historia muestra como uno de los judíos destinado a morir en uno de estos macabros lugares, sobrevive día a día con la ayuda de la fortuna y también de una ilusión de un futuro compartido.
Cuando Lale, el protagonista, llega a Auschwitz, termina por la casualidad trabajando en marcar la piel de los nuevos residentes. Tal cual hoy se marcan animales en mataderos, él debía hacerlo con sus compañeros.
No obstante, su vergüenza por marcar así a sus iguales logra amortiguarse cuando conoce a Gita. En medio del hambre, la enfermedad y la muerte, sus pensamientos también se llenan de felicidad de solo pensar en un futuro con ella.
La situación no deja de ser llamativa, pensando que en los campos de concentración a las mujeres se les quitaba todo el pelo y debían dejar cualquier tipo de pretensión afuera. Lo mismo con Lale, quien ni siquiera podía limpiar sus dientes.
Pese a eso, ambos deciden proyectar un futuro juntos, aunque minutos después pudieran terminar en las fosas comunes junto a miles de judíos.
Cada acción que toman los personajes es un riesgo de muerte. Compartir alimento, hablar durante unos segundos, esconder cosas o simplemente dirigir la palabra a un oficial, era suficiente para desaparecer. Aún así, los personajes intensifican estas conductas para apoyarse el uno al otro. Ya no les quedaba familia, amigos ni hogar, pero existía un futuro. ¿Cuánto duraría eso? Nadie lo sabía.
El tipo de lazo que lograron formar es sin duda increíble. Sin nada que ofrecer, siguieron juntos hasta el final. ¿Qué paso después? Es una pregunta que podrás responder al leer el libro.
No obstante, este relato nos demuestra que a veces las respuestas y las oportunidades pueden estar incluso bajo los días más oscuros de nuestras vidas.
Felipe Vergara Rojas
Profesor de Lenguaje de colegio PuenteMaipo y Periodista.