Autor: Mark Haddon
Recomendar un libro aparece como altamente difícil e injusto para quien gusta de la literatura y la filosofía, esencialmente porque siempre el goce estético de la literatura es personal. No obstante, me permito llamar su atención sobre el libro mencionado en el título de esta pequeña reseña pensado en muchos alumnos que han ingresado a los colegios de la Fundación Nocedal afectados con algún espectro del autismo y que puede hacer conciencia, tanto a profesores como alumnos, y entender como perciben el mundo las personas con síndrome de Asperger.
Aunque el trastorno de Christopher, el personaje protagónico, dentro del espectro del autismo no se determina explícitamente en la novela, el resumen del libro en la solapa interior de la portada lo describe como síndrome de Asperger. Cabe destacar que esta novela ha sido adaptada al teatro en países como México, España y Argentina recibiendo reconocimientos y galardones desde prácticamente su publicación.
Esta novela nos enfrenta a un niño experto en matemática, con memoria fotográfica, que es incapaz de decir mentiras y que no puede entender a los seres humanos. No puede entender los chistes ni las metáforas, odia ciertos colores y que debe resolver el asesinato de Wellington, el perro de su vecina. Enfrentarse a las mentiras y buscar a su madre. Tal como lo haría Sherlock Holmes, el famoso detective literario que Christopher leía. Pero destaco, sobre todo, los valores presentes en este libro a través de su personaje, que deben finalmente prevalecer en un mundo tan convulso y que nuestros alumnos deben aprender y practicar: como es la empatía que debe existir con los niños con algún espectro del autismo. Pues, los invito entonces ¡A leer!