En el año 2017 se implementó el trabajo social en los colegios de la Fundación Nocedal. Si bien cada colegio trabaja de manera distinta, apuntando a las problemáticas y necesidades propias de sus alumnos y familias, el objetivo común es velar por las carencias y vulnerabilidades de quienes lo requieren, aprovechando las redes familiares y comunales de apoyo.
El trabajo que se realiza en esta área depende de las necesidades de cada colegio. Sin embargo, un punto clave es activar las redes comunales que apoyen las necesidades sociales de las familias, principalmente aquellas que tienen relación con salud mental, hospitalaria, redes de infancia y adolescencia, redes proteccionales por vulneración de derechos, entre otros. Con estas redes no sólo los trabajadores sociales de cada colegio gestionan una debida atención, sino que realizan seguimiento a los casos que surgen dentro del colegio y requieren atención fuera del establecimiento.
“Lo primero es anticiparse a las situaciones conflictivas que pudiesen originarse en las familias de nuestros alumnos, trabajando con acuerdos y compromisos. También socio educar a los padres y las familias para tratar de evitar futuros conflictos”, explica Paulina Conejeros, trabajadora social del colegio Almendral.
También un punto es importante de esta área es velar para que las familias estén informadas sobre los beneficios estudiantiles, además de socio educar a los padres y lograr que todas las familias logren obtener beneficios gubernamentales.
Algo similar sucede en el colegio Nocedal donde, desde este año, está a cargo Ayleen Escamilla, trabajadora social, quien asumió como una de sus funciones principales apoyar a los alumnos que ingresan por PIE (Programa de integración escolar) y convivencia escolar. “Nosotros desde PIE hacemos una evaluación pediátrica y neurológica y por medio de las entrevistas con los apoderados vamos vislumbrando si es que se requiere además, un apoyo social”, cuenta Ayleen Escamilla.
En el caso de PuenteMaipo y Trigales, la persona a cargo de esta área es Gloria Romero, quien es técnico en trabajo social. Ella explica que el principal desafío está en “crear un vínculo con las familias que más lo necesitan, que sientan que vamos a apoyarlas durante el proceso escolar de sus hijos. Muchas veces las familias necesitan quien las escuche, las acoja y las oriente en cómo resolver sus necesidades sociales”.
Como sucede también en los otros colegios, para Gloria es fundamental la vinculación con las redes externas, es por eso que la profesional asiste a la red comunal de Bajos de Mena para profundizar en la vinculación con el medio, creando lazos que apoyen su trabajo profesional en el colegio.