La llegada de los equipos psicosociales a los colegios coincidió con el regreso a clases presenciales de los alumnos luego de casi dos años de pandemia.
Esto fue beneficioso para todos pues los dos años de encierro generaron múltiples dificultades en el aspecto socioemocional de los alumnos y alumnas. Es así como, el tener a los psicólogos trabajando en los colegios fue un apoyo contundente para los equipos de docentes y directivos en este periodo que ha sido complejo a nivel país.
Andrés Benítez, jefe del equipo psicosocial de Fundación Nocedal, explica que “hoy día los psicólogos están para prevenir crisis y el hecho de que se vayan incorporando a las comunidades educativas, viendo las necesidades que tiene cada colegio y mucho más empapados de la realidad de cada colegio, ha sido un gran aporte.” Benítez comenta que la forma de trabajo anterior, en que los alumnos eran atendidos en el Centro de Familia, permitía brindar un excelente servicio personalizado, pero, con este nuevo método, en que los profesionales están insertos en el colegio, permite alinearse mejor con la cultura escolar.
Sin duda, muchos apoderados valoraban la atención personalizada que recibían, y extrañan ese sistema, pero estando al interior de los colegios, se abarca una cantidad de alumnos mucho mayor que la que se abarcaba en el Centro de Familia. Entonces, comenta Andrés Benítez, “efectivamente hemos conocido más papás, más alumnos y mayores problemáticas”.
Para los profesores, señala Benítez, “yo pienso que ha sido un cambio muy bueno porque el canal de comunicación es mucho más fluido y es mucho más directo. Si antes era un mail para contarle al psicólogo cosas que pasaban con el alumno o contarle al psicólogo cosas que pasaban en la sala de clases, hoy es cosa que el psicólogo se acerque a la sala de clases, vea cómo está el alumno y, de igual manera, si hay un tema importante o urgente, el profesor se acerca al psicólogo y le cuenta en el mismo minuto”.